martes, 19 de mayo de 2009

SI EL PAYASO PUDIESE HABLAR Y CONTAR SUS AMARAGURAS




Alonso Cardona un hombre de 56 años papa de cinco hijos cabeza de familia se esconde tras un traje de un payaso de nombre artístico CRISPIN en el barrio la alquería promocionando telas, trabajo que comúnmente es llamado el rebusque .

Como todos los día el se levanta a las seis de la mañana colabora en la casa haciendo labores domesticas, sale a las nueve de la mañana y se dirige a su trabajo comienza a maquillarse, a ponerse el traje de payaso en su rostro el entusiasmo nos cuenta que tiene de cuatro colores vestidos: morado, rojo, amarillo y azul, hoy decidió ponerse el traje azul ya que es su color favorito.
Su labor comienza a las diez de la mañana hasta las doce del día con sus aliados que son: el megáfono, su disfraz y sus comentarios que hacen felices algunos comerciantes del sector… aunque su sonrisa constante, apuntes chistosos y alegres lo hacen ver como una persona que no le ve problemas a la vida precisamente por ser payaso, pero nooooo detrás de ese traje y esa risa continua hay problemas, tristezas, dolores “el payaso quien fue destinado hacer reír , aunque su alma herida , con sus sonrisa fingida tiene penas que ocultar , si el payaso pudiese hablar y contar sus amarguras hasta las armas más duras con el sabrían llorar ;al ver su cara pintada todos ríen con placer sin llegar a comprender que su vida sigue desgraciada” . Poema que aprendió de su escuela la que le enseño lo que hoy sabe hacer, el circo.

Crispín nos cuenta con tristeza profunda y con una voz melancólica que la vida de un payaso es muy complicada, porque los niños están pensando como grandes y prefieren los juegos del internet, el Xbox que divertirse con un verdadero payaso, sanamente.
Hace diez años comenzó en la profesión de payaso y lo que ha visto de ayer a hoy es increíble, porque ahora es mejor trabajar en el rebusque que como payaso en el circo aun siendo un artista integral que aprende de todo “es muy bonito el circo, mi escuela, la escuela de todos los payasos” pero esto no hace que cambie nada, los niños ya no van a los circos pero aun así su trabajo lo siguen haciendo de corazón por que en sus ojos, su cara y movimientos reflejan el amor a su labor, aunque agotado su energía sigue con los chispazos de Crispín.
Los payasos deberían aprovechar el talento que no todos carecen y deberían estar en grandes carpas o ubicados en empresas de recreación, el trabajo para ellos cada vez es menos a medida que pasa el tiempo y la tecnología invade los corazones de los niños, además con la existencia de otras entidades que prestan servicios de recreación.

La gente de hoy no está para aguantar chistes ni bromas, pero el mejor remedio para toda enfermedad, incluyendo el estrés de este país es la risa, es la vacuna para toda enfermedad, si cada colombiano se tomara 20 a 30 minutos para reírse cambiaríamos el rumbo de todo, cuenta mientras con el megáfono hace su trabajo y el flash de la cámara lo captura tímido pero feliz deja que todo fluya su inocencia ,su risa extrema, sus pómulos rojos hacen causar sensaciones de ternura entre la gente que pasa por allí y llama la atención de uno y que otro niño .

Ser payaso es su profesión, es su vida, es su todo le dio su familia su felicidad y aunque cada vez hay menos posibilidad de trabajo piensan que mientras existan niños y circos el payaso será perdurable atreves del tiempo.” compartir mas con sus hijos padres y diviértanse sanamente y no dejen acabar nuestra profesión tan bonita “

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